sábado, 21 de marzo de 2009


Diminutamente hablando, no podíamos olvidar mencionar fantásticas criaturas ínfimas y que en multitudes se reúnen cual fitoplancton; viven décadas de feliz naufragio por cualquiera sea la superficie acuática en la que nos encontremos.

Mini-krills phantom, nombre originario y de pila.
Estas bellezas acuáticas nos brindan maravillas en la superficie. De colores brillantes y en escala, hasta parecen resplandecer las aguas y las vuelven mágicas y encantadoras.
Son pequeñísimas partículas vivientes, milagro de reyes haberlas descubierto, que además nos brindan melodías submarinas, encantador sonido que puede percibirse si tan solo un segundo uno se acerca a cualquier orilla, mas que nada por las noches, y relaja desde los más profundos síntomas de estrés hasta contracturas y desgarros musculares y cerebrales.
Se recomienda no permanecer oyéndolas encantadamente mas hora, hora y media, ya que pasado este plazo es posible que la relajación sea tan profunda que el espíritu llegue a desprenderse del cuerpo, de manera tan delicada y natural que dicho sea el caso que el alma se encuentre en plenitud de disfrute, no quiera regresar al envase original por semanas y quizás meses…
Hoy en día aun varios cuerpos se conservan en el Templo de Malvavisco, donde los Monjes Cara Graciosa se ocupan de sus cuidados básicos de higiene y conserva, esperando recibir en cualquier momento aquellas almas dispuestas a reclamarlos y a devolverles la “vida”. Dispuestos en vitrinas, pueden ser grato paseo de domingo y se aceptan rezos y plegarias de familiares que gustarían de volver a tener contacto con sus seres queridos, que por cierto nada mal la están pasando, vagando en plenitud y dicha por dondequiera que sea que estén.

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