Srita primavera:

A la inversa que su empleadora, srta primavera es en realidad Osmar “petalis” Sunshine (quien siempre prefirio que lo tratasen como srta petalis, srta primavera o srta Sunshine en su defecto).

Su labor se centra en el cuidado de pimpollos y nuevos brotes desde tempranas horas de la estación y en diversas tareas aromáticas y coloridas que representan a la mismísima Primavera, una de las estaciones predilectas en Las Praderas y el mundo paisajista en general.

Contratado por Lady Sequis en el año 713 luego de la devacle climática en donde Ofrintras Brrrr Diazweill había recaído en el consumo de altísimos niveles de cafeína y antidepresivos extendiendo su temporada por diecinueve meses consecutivos, alegando receta medica psiquiatrica para el tratamiento de su depresión y ansiedad prorrogativa, alcanzando los mayores niveles de congelamiento jamás antes vistos, conllevando a un trabajo intensivo de plantación y adaptación de especies verdes imposibilitadas a crecer en condiciones tan extremas.

Desde entonces su labor es impecable y las primaveras volvieron a ser lo floridas que alguna vez fueron.

Su apariencia es rimbombante, siempre coronado por bellísimas flores de estación, trabaja intensa pero felizmente decorando con purpurina y color cada campo, colina, bosque selvático o cantero del vecino. Viste siempre en colores vivos y alegres, con grandes estampas de enredaderas y girasoles, y perfuma su andar con las esencias mas persistentes y concentradas de extracto de violetas, jazmín y rosas silvestres. Amante del buen aroma, puede reconocérselo a kilómetros de distancia por este celestial banquete que celebran nuestras narices al sentir su fragancia. Siempre lleva en su espalda perfumeros de gran tamaño que rocia al salticar dondequiera que valla. Sus migraciones a la tierra son siempre un show aparte, las criaturas en Las Praderas se reúnen divertidas al ver la cantidad de equipaje que traslada con mas de cuarenta mudas de coloridas ropas, sandalias floridas para todo andar, palitas y herramientas siembrabrotes y por supuesto seis o siete tubos fluorescentes cargados con estas singulares esencias que el mismo prepara bajo la maravillosa capacitación que Lady Sequis (fiel amiga y confidente en estos tiempos) supo brindarle.