Desde hace mucho tiempo atrás, en remotas ocasiones de remotos tiempos,
existia una estructurada y organizada forma de trabajo, con horarios, tareas asignadas y listas de cosas para hacer. Pero como podemos imaginar con el tiempo y los resultados de excelencia, esta estructura se desdibujo y hoy cada individuo poni tiene la libertad de elección de horarios y requisitos a seguir.
Por lo que su labor se basa en lo que ellos consideren de necesidad exclusiva, siendo los momentos de ocio propicios también para el mejor rendimiento, siempre voluntario y de pura vocación.
De por si estas criaturas se ven tentadas a hacer el bien, en cualquier momento y lugar que consideren, y sus lineas a seguir no son mas que continuar con la misma dispocision de entrega.
Agrupados en categorías podemos clasificar entonces a los ponis, no por sus tareas propiamente dichas, sino por el destino de las mismas.
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